La sociedad

Tocar un tema como este en su totalidad podría tomar meses, una sociedad encierra no sólo costumbres, creencias, culturas de una comunidad o nación, encierra sentimientos y pensamientos creados de cierta manera por estas mismas costumbres y culturas impuestas por algún ser humano que un día considero que algo era correcto o incorrecto.

Podríamos hablar de religión y aún así sería un tema demasiado complicado, hay muchas y casi nadie al final de cuentas termina coincidiendo, si tomamos en cuenta los 10 mandamientos que Dios (para quienes creemos en él) nos impuso, pues sería súper básico y robotizado el hacer las cosas de forma correcta, crean o no en él, son 10 puntos súper básicos que nos llevarían a convivir en una sociedad estable. 

Pero no es de religión que intento hablar, en algún momento de mi vida me gustaba escribir porque no hay mejor forma de expresarse para mi, luego dejé de hacerlo ya que las palabras no nacian, tal vez, en el fondo no tenía nada que expresar. Y entonces me topo con situaciones en esta vida que te hacen reflexionar. Cuando eres niño sigues las órdenes de tus padres que son prácticamente tus jefes, y te conviertes en un mini robot o animal doméstico que debe seguir las reglas para hacer las cosas bien y sobre todo para que la gente vea que haces las cosas bien.

En qué momento permitimos que la sociedad decidiera cómo se deben criar a los hijos y que tenemos no solo que ser sino también que parecer. Debo confesar que he pecado de mencionar esa frase, no hay solo que ser sino también parecer, tenemos que cumplir con las normas de la sociedad y la gente debe considerar en base a mi apariencia y comportamiento que soy digna de respeto y consideración. No creo que esa frase este incorrecta pero en mi caso se modifica un poco, yo parezco lo que soy, no soy lo que debo parecer.

No me considero moderna, tampoco conservadora, algún momento me dije que era liberal, hoy no puedo catalogarme de esa manera, creo que simplemente soy una persona que vive y siente, y sobre todo que acepta y comprende, se de mis errores que no soy perfecta, ¿por qué esperar eso del resto?

Aún así me encuentro pensando y preguntándome quién nos hizo dueños de la verdad? quién decidió que vestirse así o decir esto era bueno o malo, quién decidió que la sociedad y lo que la gente pensará de uno sería el protocolo del comportamiento que todos debemos seguir..

Si he aprendido algo de la vida es que mi vida termina cuando empieza la vida del otro, eso de compartir vidas es cierto, pero como dice la palabra, compartir, las vidas ajenas siguen siendo ajenas, no me gusta opinar la vida de otros y la verdad es que no me gusta que opinen sobre la mía, vivo mi día como debe ser vivido, a mi manera, no espero que alguien apruebe la manera en que lo hago, con que yo la apruebe me sobre y me basta, no espero que nadie me entienda, me basta con volverme a leer y saber que no estoy equivocada.

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